Se
llama en su acrónimo en inglés “síndrome de la muerte súbita inesperada
nocturna” (SUNDS) y desde hace años ha permanecido oculta por la
superstición.
La
muerte súbita e inexplicable de personas jóvenes durante el sueño se ha
documentado una y otra vez en países del sudeste asiático, en especial
en varones y principalmente en horas de la madrugada. Básicamente, el
SUNDS es una enfermedad genética en la que el cuerpo no puede coordinar
adecuadamente las señales eléctricas que hacen que el corazón lata.
La
enfermedad afecta principalmente a los jóvenes adultos, especialmente
aquellos de origen en el sudeste asiático con corazones aparentemente
normales que dejan de latir de forma inesperada. Por lo general, el
corazón se detiene por la noche y todavía no está muy clara su causa.
Esta
dolencia es popularmente conocida como lai–thai (“muerte durante el
sueño”, en Tailandia), bangungot (“levantarse durante el sueño con
quejidos”, en Filipinas), pokkuri (“muerte inesperada durante la noche”,
en Japón) o tsob tsuang (“espíritu de las pesadillas que oprime”, en
las tribus Hmongs de Laos y Vietnam) y todas hacen referencia al mismo
fenómeno.
La
afección es mucho menos frecuente en mujeres, por lo que no es raro que
los aldeanos tailandeses varones duerman con ropas femeninas para
confundir al supuesto espíritu nocturno que busca robarles el alma y al
que se le achaca la culpa de las muertes...
En
este país se cree particularmente que esta vinculado a comer muchos
pasteles de arroz antes de dormir, mientras que los filipinos creen que
es la ingestión de altos niveles de carbohidratos justo antes de ir a la
cama lo que causa el bangungot, o la muerte en sueños con quejidos.
Por
la experiencia de los filipinos, el bangungot da la sensación de que la
víctima está siendo plenamente consciente de su entorno, sin embargo,
es incapaz de moverse; trata de gritar, pero no puede, y parece que
existe “una especie de mano” que aprieta su pecho. Los ancianos
filipinos recomiendan mover el dedo gordo del pie de las personas que
experimentan el síndrome para alentar a su corazón y que pueda ajustarse
a la normalidad. Una encuesta de salud en 2003 reveló que que la
patología sorprende y acaba con los sueños de 43 de cada 100.000 jóvenes
filipinos al año.
Existen
algunas teorías que relacionan la aparición de SUNDS con la tensión
causada por las pesadillas, pero no hay estudios científicos que hayan
demostrado una correlación fiable. En general, las muertes se producen
por la noche porque el corazón late más débilmente cuando la gente
duerme.
Cuando
el corazón se ralentiza por el sueño, los problemas eléctricos que
parecen asociados al SUNDS se vuelven más pronunciados, superando la
capacidad del cuerpo para regular su propio latido y enviando al corazón
un espasmo mortal que termina por pararlo.
Se
cree que esta dolencia tiene la misma entidad patológica que el
síndrome de Brugada, una enfermedad hereditaria caracterizada por una
anormalidad electrocardiográfica y un aumento del riesgo de muerte
súbita cardíaca, que fue descubierta por los cardiólogos españoles Pedro
Brugada y Josep Brugada en 1992.
En
la actualidad, no existe un tratamiento eficaz para esta enfermedad y
tampoco un motivo claro de por qué tiende a afectar a los asiáticos del
sureste con mayor frecuencia que otros grupos poblacionales, aunque
existe un fuerte componente hereditario comprobado.
Los
primeros en reconocer la enfermedad entre los refugiados que huían de
la guerra de Vietnam fueron los médicos en Norteamérica y Europa. De
acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de
EE.UU, hasta un 40% de las víctimas tenía algún pariente que había
fallecido de igual manera; y el 18% tenía hermanos víctimas del SUNDS.
También
en los años 70 empezaron a salir artículos periodísticos, publicados en
el tabloide Los Angeles Times, acerca de un grupo de refugiados
jemeríes que, tras huir a Estados Unidos debido al genocidio que en ese
momento ocurría en Camboya, empezaron a sufrir pesadillas perturbadoras,
después de las cuales la mayoría de ellos se negó a dormir. Poco
después, varios de los refugiados terminaron muriendo mientras dormían
en su sueño.
Las
autoridades médicas bautizaron entonces al fenómeno como “el síndrome
de la muerte asiática”. Cuenta Wes Craven que le impactó especialmente
la historia de un joven de 22 años que sufría de horribles pesadillas,
hasta el punto de negarse a dormir por miedo a morir repentinamente. Se
mantuvo despierto artificialmente, mientras sus padres trataron de darle
pastillas para dormir a escondidas. Después de cuatro o cinco días,
este joven fue encontrado muerto.
El
director Wes Craven se quedó muy sorprendido por este hecho y poco después maduró
la idea de hacer una película sobre el tema: el icono del cine de terror
Frederick Charles Krueger había despertado.
Fuente : Wikipedia .
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